domingo, 10 de mayo de 2015

Mama!!!

Con el tiempo uno va amando aquello que le es más simple pero necesario. Se olvida de los brillos y las trampas de la gloria. Se olvida de ser el primero y se esfuerza por ser el mejor.
Con el tiempo uno vuelve a ser el niño que soluciona todo en el abrazo de su madre.

Con el tiempo uno comprende que el amor que ella nos entrega no se compra ni se vende, no se compara con nada.

Con el tiempo recuerdas que tu madre te pedía muchas cosas pero te enseñaba una sola: ser todo un caballero y así vivir a diario.

Con el tiempo encuentras a una mujer que contigo se vuelve madre y entonces compartes la tarea inmensa de educar a los nuevos héroes verdaderos de mañana.

Gracias madre mía por sembrar en nosotros la semilla de los sueños realizables y de las batallas que no debemos perder por nada.
Dios te bendiga y nos bendiga con tu presencia mucho tiempo más.

lunes, 4 de mayo de 2015

GANAS

A veces tengo tantas ganas de ser otro que termino viéndome de lejos y pensando qué afortunado ese tipo.

Y es que no me falta nada, aunque no me sobre tampoco.
Tengo amor en mayores cantidades que café en las venas, y es bueno. Porque el café se enfría, pero el amor, de verdad, nunca.

Dos padres que han caído tantas veces que ya saben rebotar, que nos enseñaron a luchar, sin temer, con miedo sí, pero sólo para no quedarnos quietos esperando el vendaval.

Tengo una esposa maravillosa que estuvo a punto de renunciar a esta batalla diaria que es querer a alguien que no ha sabido hallarse ni frente al espejo. Un tipo que ha cometido tantos errores y desaciertos que cuando algo le sale bien, enseguida piensa en que todo está mal.

Y la tengo conmigo, recogiendo las toallas que he tirado yo y, poniéndose ella los guantes que, a veces, cuelgo así sin más. Ella me tiene fe y me hace creer en mi mismo, y si eso no es amor, entonces ya no sé. La tengo conmigo, ella me tiene a mi.

Tengo...

Dos hijos, dos estrellas, un par de cometas iniciando su travesía en el inmenso universo, traviesos jinetes de vidas distintas que tendrán que luchar con dragones de fuego y sus fuerzas ocultas, con la gravedad que los atraiga por curiosidad o ganas y no podré estar ahí siempre para cuidarlos, para guiarlos, para decirles qué hacer y qué no. Y es que yo soy un planeta pequeñito que ellos visitan a diario con abrazos y besos, pero en cuanto expandan su giro universal, más lejos llegaran, menos cerca de mi, y más parecidos a lo que un día serán.

Pero, por ahora, tengo ganas de no dejarlos salir de casa, que jueguen conmigo siempre, que lean un cuento que han leído 100 veces, que me sé de memoria y ellos también, sólo por escuchar sus voces menudas narrando leyendas heroicas de una tortuga que quiere volar...

Y ellos me tienen también, piden tan poco y tanto me dan.

Tengo ganas de eternidad, en los brazos de ella, en los sueños de ellos... No me culpen si quiero ser eterno, pero tiempo es lo único que no tengo seguro, somos granos de arena en este inmenso reloj que no para, que vuela, que nos deja siempre con ganas.